Siempre he preferido los objetos a los humanos, aunque es igual que los perros y los gatos: los gatos son un encanto, pero parece que lo perros tienen una mayor capacidad de sorprender, además, según parece los gatos son mas fáciles de cuidar y demandan menos que un perro; los objetos son fantásticos, pero los humanos siempre te pueden dar sorpresas… además, hay que ser conciente que uno también puede sorprender

Que hago entonces? vivo rodeada de muchos objetos que me alegran y que a su manera me acompañan. Personas… intento hacerme un mundo fácil: pocas personas = pocas variables a tener en cuenta, es decir, no son tantos conjuntos de variables.

De todas maneras, creo que es una apuesta difícil, es bonito tener tanto gente como objetos alrededor.