La libreta verde

Nací a las 0:30 del miércoles 25 de febrero de 1981, dos semanas después de lo esperado, estoy destinada a llegar siempre tarde.

mayo 31, 2006

Si lo que no nos mata, nos hace más fuertes, no deberíamos llegar a ser de piedra en algún momento?

mayo 29, 2006

FIN DE SEMANA

Vengo a pasar el fin de semana electoral a Chia (hago parte de los perdedores). Dejo el bed and breakfast, pido el favor de que le den la comida a la Furry Queen (manigua, cara bola, gato, etc), y contrario a todo lo que he dicho, recojo una buena parte de ropa sucia, y vengo a casa de mama.

Primero noto con sorpresa que las orquídeas están súper bien, y que mama logro que una de ellas pasara al otro lado, y “retoñara”, como cómo un marranete, y sigo subiendo de peso, casi no fumo (para que?, tengo comida lista, y casi no salgo del cuarto).

Luego, noto, que en serio, ya no se espera que vuelva a vivir acá; en el que era mi cuarto, todas las cosas que me quedan, están metidas en cajas, arrinconadas en una esquina, la maquina de coser, ya esta instalada, y dentro de poco, también lo estará la biblioteca. Como siempre, me sorprendo de lo rápido que uno se hace a las rutinas, y me alegro de venir de vacaciones al 5 estrellas.

En medio de todo me adelanto, y pienso que chapinero es muy buen spot, y que me gustaría que el próximo apartamento también quedara por ahí, eso si, no sobre la Fifth Avenue, o al menos, no un segundo piso.

Sigo pensando en las rutinas, y en las costumbres, de cómo me refugio en ellas, y de cómo ellas van configurando mi mundo, y de cómo en el fondo, no es solo acerca de rutinas y de costumbres, es de personas, de cómo uno va haciendo permeable el Kinder huevito transparente en el que se vive, e inevitablemente va dejando que algunas personas pasen, para que lleguen a convertirse o a formar parte de las rutinas y costumbres, sin recordar que el Kinder huevito, se tiene precisamente para ser una observadora pasiva… es mucho mas fácil salir cada mañana alrededor de las 10, ir a la Pola, pedir un jugo de naranja natural, fumar un cigarrillo y leer, es chistoso, pero si no lo hago, siento que se me desordeno el día.

mayo 25, 2006

ME LLAMA LA LLAMA.

Hummmm, dibujito que hice hace algún tiempo ya… quien lo creyera, tiene sus fans, a mi la verdad me gusta, me gustaría dibujar mejor eso si, me queda mucho por andar para ser una buena ilustradora.

Además, en estos días, como siempre, se me salto el click, por una serie de detonantes externos, que contribuyen a destruir mi inestable estado zen, al que tan difícilmente puedo llegar; y pues bueno, el tiempo pasa y parece que es inevitable enfrentarse a una serie de cosas; llevo varios días pensando en “lo que tengo que hacer”, y la verdad, no se, solo se que tengo un par de manos a las que les gusta hacer cosas, y que, sin pecar de modestia, lo hacen bien. No se que voy a hacer, y la verdad, no se que carajos estoy haciendo… como siempre, solo siento que pierdo el tiempo… ojala pase mi parcial de Frances.

Que opinas de la llama Ño? Igual, hay que seguirla puliendo en photoshop.

NO ESTABA MUERTO, ESTABA DE PARRANDA.

No se que paso, pero hasta el final del año pasado había un lugar del centro al que yo iba con bastante frecuencia, no tenia nombre, pero todos lo conocíamos como Don Benny, o Don Benito, nombre del dueño, que siempre estaba detrás de una vitrina, leyendo el periódico o limpiándola … muchas veces, cuando ya estaba un poco pasadita, le pregunte si su nombre en realidad era Benito (tengo que decir que siempre respondió que si, y que respondió amablemente cada una de las veces que le pregunte, mientras que los dos escuchábamos como me decían, “ya esta borracha, otra vez preguntando eso”), y estoy bien segura también, que le decía siempre que tenia un tío que era su tocayo…

Todo este año, como persona de rutinas que soy, he ido a donde Benny, al principio, al menos una vez a la semana, y ahora, cada tanto, pero nada. Al principio, habitualmente siempre que llegaba, había alguien mas mirando por el vidrio de la puerta cerrada, y nos preguntábamos que podía haber pasado con él, ahora no me encuentro con nadie. Llevo mucho tiempo sin caminar por el corredor amplio y oscuro que uno recorría para llegar a los cinco salones que conformaban el lugar. Hace varios años estos debían hacer parte de una gran casa, ahora como evidencia de esto, quedaba el baño (con tina, inodoro y retrete de marca “peeras”, si mal no recuerdo), dos salones de buen tamaño, de techos altos, grandes ventanales (en realidad solo uno, que daba a un patio interior, y era en la mesa junto a esa ventana en la cual yo me sentaba siempre que podía), un salón pequeño, que se podía aislar de los demás con tan solo cerrar las puertas, y en el que estaba la mesa grande, otro pequeño salón, como con tres mesas solamente y finalmente el espacio donde estaba la vitrina / barra de Don Benny y creo que dos mesas frente a ella.

Creo que lo que mas extraño, es que justo después de que yo llegaba, empezaba a sonar el acetato de los Panchos, abriendo con el “rayito de luna”. También extraño que era uno de esos lugares en los cuales me sentía cómoda, no tenia problema en ir sola y tomarme una cerveza, o dos y que allá el aguardiente reposado entraba suavecito (fue en ese lugar, en el que revivió mi confianza en el aguardiente).

Don Benny siempre fue un buen spot, y creo que para mi se convirtió de algún modo en algún tipo de refugio, no era un lugar popular, casi nunca habían mas de seis personas y al final de todo, reconocías a la gran mayoría de las que iban (jamás sin dejar de sorprenderte por encontrarte con alguien que jamás en la vida habrías imaginado allá). Don Benny ya sabia que tomabas y con quien ibas, y al final, podía extenderse un par me minutos mas en su horario (habitualmente cerraba a las 8 de la noche), para atenderte… varias veces me dijo “esperemos a que se vallan los de la otra mesa y le traigo su cerveza”.

Espero que Don Benny se este tomando una vacaciones largas, y que este bronceando su bigote en un crucero por el caribe, la verdad, cualquier otra opción me da un poco de tristeza, espero que dentro de unos días pueda decir “no estaba muerto, estaba de parranda”.

mayo 22, 2006

Antes que nada, quiero hacer una aclaración.
Ese dialogo corto, lo tome de un libro de Bukowsky, de Hollywood, pero de alguna manera, resume la forma en la que yo enfrento el mundo, como algunos de los que leen mi Blog saben, por eso leo y casi siempre estoy escuchando algo, para evitar pensar, por que parece que si es cierto, “el que piensa, pierde”, eso si, parece que también se pierde cuando no se piensa…


- Cual es su filosofía de vida?

- Pensar lo menos posible.

- Ninguna otra cosa?

- cuando no se te ocurre ninguna otra cosa que hacer, sé amable.

mayo 06, 2006

Pues que se puede decir, eso de la independencia es caro, y el dinero no rinde ¡Carajo! Me va a tocar buscar laburo; el gato, parece que ha bajado un tanto de peso; me corte el pelo, y ya por fin, como que me gusta el nuevo look (además, he tenido buenas criticas), y pues nada, BuKowsky, pues es BuKowsky y ya.

Y AHORA, MÁXIMAS DE LA LITERATURA CHATARRA!!!!!

•Érase una vez el amor pero tuve que matarlo (Efraim Medina Reyes)

Hay tres reglas: 1. Siempre hay una victima. 2. Trata de no ser tú. 3. No olvides la segunda regla.

•Hollywood (Charles Bukowsky)

-El dinero es como el sexo – dije –, parece mucho mas importante cuando no se tiene…

MAS BREVES Y EXTRAORDINARIOS

Hace unos dias hable con Banani acerca de Pandora, y casualmente después se me aparecio esto… me parecio bien simpatico, siempre hay muchas formas de ver las cosas.

PROMETEO

Cuatro leyendas informan acerca de Prometeo.

De acuerdo con la primera, fue encadenado a una roca en el Cáucaso, por haber traicionado los secretos de los dioses a los hombres, y los dioses mandaron águilas a que le devoraran el hígado, que era perpetuamente renovado.

De acuerdo con la segunda, Prometeo, apremiado por el tormento que le infligían los hirientes picos, se estrechó tanto contra la roca, que la penetró y se unificó con ella.

De acuerdo con la tercera, la traición de Prometeo fue olvidada en el curso de los milenios; la olvidaron los dioses, la olvidaron las águilas, el mismo Prometeo la olvidó.

De acuerdo con la cuarta, todos terminaron por aburrirse de este asunto insignificante. Habiendo surgido de un sustrato de verdad, su destino era volver a terminar en lo inexplicable.

Kafka, Parábolas y paradojas.